El pasado miércoles el pleno del Parlamento Europeo reunido en Bruselas aprobó por mayoría [1] de 315 votos a favor, 234 en contra y 55 abstenciones una resolución con la propuesta de reforma del Acta Electoral Europea (1976). La resolución fue presentada por los diputados Danuta Maria Hübner (EPP, Polonia) y Jo Leinen (S&D, Alemania), del Comité de Asuntos Constitucionales.
Entre las principales novedades y avances que se incluyen en este documento destacan diversas propuestas de calado como la de incluir obligadamente en las papeletas y los distintos materiales de campaña el nombre y logotipo del partido europeo al que se adscribe cada candidatura para identificar de forma evidente a qué proyecto paneuropeo están dando apoyo. Es mediante esto con lo que -según dice el propio redactado de la reforma- “los ciudadanos podrán establecer claramente un vínculo entre su voto y el efecto en la influencia política de los partidos políticos europeos y su capacidad de formar grupos políticos en el Parlamento Europeo” [2] .
Al mismo tiempo se propone la adopción de medidas y calendarios de campaña comunes entre los diversos estados miembros, mientras que se propone directamente fijar en 12 semanas antes de las elecciones el límite para la presentación de las listas. Para la elaboración de éstas propone el método de primarias (“elecciones internas democráticas” en el documento).
Entre las demás propuestas que incluye para la mejora del proceso electoral se encuentran: la coordinación de los censos para evitar el doble voto (posible en el caso de ciudadanos con nacionalidad de dos estados miembro); implantar un límite en el gasto de campaña; la ampliación del derecho a voto a los europeos residentes fuera de la UE; y la capacidad que el Parlamento decida (en consulta con el Consejo) el calendario electoral. Al mismo tiempo, el documento incluye vagas referencias a la implantación de una jornada electoral común y a garantizar tanto la representación de minorías (étnicas y lingüísticas, entre otras) cómo la paridad de género en las listas electorales.
Pero la propuesta más ambiciosa de todas es la referida al establecimiento de una circunscripción única a nivel europeo para la votación de listas transnacionales, encabezadas cada una por el candidato a Presidente de la Comisión que designe cada familia política.
Críticas
Una de las propuestas que más críticas ha provocado ha sido la recomendación del establecimiento de un umbral obligatorio de entre el 3% y el 5% del voto en circunscripciones de más de 26 escaños. Esta medida afectaría únicamente a España y Alemania, estados con circunscripción única y en los cuales no existe actualmente ningún tipo de umbral de voto para obtener representación. Esta situación implica que candidaturas con algo menos del 2% de votos (como Primavera Europea en España) o incluso con sólo el 0,6% de respaldos en su circunscripción (el Partido Ecológico-Democrático y Die Partei en Alemania) estén presentes en el Parlamento Europeo. Entre los detractores de ésta propuesta se encuentra el diputado de l’Esquerra pel Dret a Decidir Josep Maria Terricabras (presidente del grupo de la Alianza Libre Europea en el PE y miembro del Comité de Asuntos Constitucionales), que sostiene que la medida es contraria al principio de proporcionalidad y que supondrá una limitación a la pluralidad de la cámara [3] . De hecho la aplicación de un umbral como el propuesto en la resolución supondría la desaparición de entre el 20 y el 40% de las candidaturas españolas presentes actualmente en el hemiciclo, como puede observarse en la tabla adjunta [4]. Al mismo tiempo se reforzaría el bipartidismo PP-PSOE, que podría pasar de ocupar el 55% de los escaños españoles al 65% de éstos.
Esta crítica ha sido compartida por el también miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Helmut Scholz (Die Linke, Grupo de la Izquierda Unida Europea), que ve tras ello la mano del gobierno alemán. Éste pretendería así blindar la reintroducción del umbral del 3% en Alemania, que existió hasta su derogación por el Tribunal Constitucional en 2014 [5].
Tanto Scholz [6] como Terricabras han sido críticos también respecto a la cuestión de la paridad de género, pues consideran que es un tema que se ha dejado de lado al no incluir ninguna referencia al respecto en el documento de enmiendas al Acta Electoral y reducirse a una vaga referencia en la resolución aprobada.
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