La fecha elegida ha sido simbólica, ya que el padre de Felipe VI, el rey Don juan Carlos I, se dirigió a los eurodiputados durante la sesión plenaria en Estrasburgo el 7 de octubre de 1998. La primera vez que lo hizo fue en 1986, como resultado de la adhesión española.
Durante su primera intervención como rey frente a un hemiciclo casi lleno, el rey ha subrayado las convicciones europeas de España, reconociendo la existencia de una fe en Europa. “Es imposible concebir España sin Europa, ni Europa sin España. Soy europeo porque soy español”, ha declarado, reconociendo los principios que construyen Europa: la igualdad, la solidaridad, la libertad, el pluralismo, la dignidad y la defensa de los derechos humanos.
“Europa se ha construido sobre la base de sumar y no de restar” De este modo, ha dedicado algunas palabras a la cuestión de la integralidad del Estado español, tras las elecciones en Cataluña celebradas el pasado 4 de octubre. “Europa se ha construido sobre la base de sumar y no de restar. La Unión Europea puede contar con una España leal y responsable hacia el proyecto europeo; con una España orgullosa de su diversidad; con una España solidaria y respetuosa con el Estado de Derecho”, ha dicho.
Durante su discurso ante el pleno desde el pupitre central del hemiciclo, el rey de España ha también insistido en que “no podemos rendirnos ante las dificultades”. De este modo, ha subrayado la necesidad de aportar nuevos propósitos a la Unión. “Hoy los europeos debemos plantearnos nuevas metas que aporten ilusión al proyecto europeo”, ha confesado. De este modo, ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar la unión económica y monetaria en Europa, calificando la moneda común como “un logro irreversible”. En este sentido, ha acentuado el interés de dar una dimensión social a la Unión, parafraseando a Jacques Delors: “Rechazo una Europa que no sea más que un mercado”.
Tras esta reflexión, Felipe VI ha dedicado una parte de su discurso al problema migratorio, señalando la necesidad de colaboración entre los países vecinos. “No podemos defraudar a los refugiados, tenemos que responder con responsabilidad”, ha sentenciado.
Un beneficio recíproco Para concluir con su intervención, Felipe VI ha recordado una parte de su discurso de proclamación como rey, el 19 de junio de 2014, adaptándolo al contexto europeo: “Una Europa renovada para un tiempo nuevo”, ha finalizado.
Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, se ha dirigido en español al monarca con un discurso de bienvenida en el que ha evocado las contribuciones que España ha hecho a Europa: “En los últimos treinta años, Europa ha contribuido a hacer una España mejor y más fuerte. Y España ha contribuido, a su vez, a hacer mejor y más fuerte a Europa”.
Finalmente, Schulz ha otorgado dos regalos a Felipe VI: un grabado antiguo de la ciudad de Aquisgrán, de donde proviene el presidente del Parlamento Europeo, y un álbum de fotos más personal, con fotos que recuerdan las visitas de la Casa Real al Parlamento Europeo.
Un rey cuestionado en su reino Ataviado con una corbata azul, el rey se ha dirigido a los europeos con un discurso renovado que ha suscitado los aplausos entusiastas del hemiciclo. Sin embargo, algún que otro eurodiputado no se ha reconocido en la frase del monarca “soy europeo porque soy español”. Ha sido el caso de diputados españoles de la Izquierda Unitaria Europea, pertenecientes al partido de Izquierda Unida, que, antes de abandonar la asamblea como signo de protesta, han colocado una bandera republicana en su escaño.
Seguir los comentarios:
|
