Un refugiado sirio que entrega un bebé a otra persona a través de una alambrada en la frontera entre Hungría y Serbia ha sido la imagen ganadora del World Press Photo. Esperanza en una nueva vida, firmada por el australiano Warren Richardson, ha sido elegida como la imagen que retrata la situación que viven cada día cientos de personas.
Hace 5 meses, Europa se removía por la fotografía de otro bebé refugiado, Aylan, un niño sirio de 3 años que apareció ahogado en las costas de Turquía. La imagen del pequeño dio la vuelta al mundo y puso en evidencia el bloqueo y abandono que sufren los refugiados también en Europa, una Europa que alardea de su solidaridad pero que, pese a sus buenas intenciones, no sabe reaccionar a tiempo.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, fue tajante el pasado mes de septiembre: “Si fueran ustedes, con sus hijos en brazos, los que vieran cómo el mundo se deshace, no habría muro que no fueran a subir, no habría mar que no fueran a atravesar o frontera que cruzar para huir de la guerra o del Estado Islámico. Debemos acoger a los refugiados en la Unión Europea“. Desde que Aylan falleciera tratando de alcanzar una vida mejor, más de 300 niños han muerto ahogados en las mismas condiciones que él.
Europa no ha sabido estar a la altura en la acogida de quienes huyen de una guerra que se ha cobrado ya más de 230.000 vidas. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) afirma que sólo uno de cada diez refugiados sirios llega al continente europeo. Un reparto de cuotas infructuoso, acusar a los refugiados de los abusos sexuales en Nochevieja de Colonia (Alemania) y obviar que siguen muriendo en nuestras costas ofrece una imagen deinsolidaridad al mundo que ninguno de los discursos que se ofrezca en la Comisión Europea va a poder remediar.
Esperanza en una nueva vida es una fotografía que podría estar cada día en nuestras portadas porque el drama, lejos de haber terminado, se repite. Saber ofrecer esa nueva vida que buscan no depende del padre del bebé, depende de nuestra disposición a acogerlos y de la reacción urgente de nuestros políticos.
Seguir los comentarios: |