La dificultad para llegar a un acuerdo en relación a la ayuda financiera a Grecia, que en último caso se deriva de la falta de una verdadera Unión Monetaria Europea (UEM) y de las tensiones producidas por un sistema de negociación intergubernamental opaco, pone en grave riesgo la estabilidad en Grecia, la Eurozona y el conjunto de la UE.
La importancia del proyecto político de integración de la UE, del que forma parte fundamental la moneda única, debe anteponerse a cualquier desacuerdo en el seno de la UE: el proyecto europeo no debería tener marcha atrás, y la UE debe hacer todo lo necesario para garantizar su éxito.
Los federalistas europeos de España pensamos que la UE y sus Estados miembros tienen la responsabilidad y la obligación moral de llegar a un acuerdo y estamos convencidos de que un acuerdo satisfactorio para todas las partes es el único escenario deseable y posible.
El anuncio de la convocatoria de un referéndum sobre la renovación del programa de ayuda europea resulta legítimo desde el punto de vista del ejercicio soberano de las competencias del Gobierno Griego. Sin embargo, este hecho, unido a que dicho Gobierno ha pedido el voto contrario a la propuesta del Eurogrupo, aumenta la tensión en la negociación y la acerca peligrosamente a su fracaso definitivo. El referéndum griego descansa en la desconfianza en llegar a un acuerdo aceptable por todas las partes, que es precisamente lo que la Unión debería estar en condiciones de garantizar.
Por otro lado, no se puede ocultar que el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (lo que se conocía hasta hace poco como la Troika) diseñaron dos programas de asistencia financiera que fracasaron y que han supuesto un coste social y humanitario tremendamente alto para la ciudadanía griega mientras que se aseguraba el derecho a cobro de los acreedores privados.
La esencia del espíritu de la Unión Europea es el pacto y creemos que éste es el criterio rector que debe regir también el funcionamiento del Eurogrupo. Por esta razón consideramos que, pese a la difícil situación actual, las partes deben continuar las negociaciones con el fin de alcanzar un acuerdo que garantice la permanencia de Grecia en el Euro, la solvencia de sus entidades financieras así como que el coste social de este programa de ayuda resulta realista y asumible por el ya muy castigado pueblo griego.
El Eurogrupo debe, en definitiva, actuar para defender la credibilidad y solidez de la moneda única, incluyendo a Grecia entre sus miembros. Asimismo, el BCE debe contribuir a dar apoyo a las entidades griegas con el fin de que el sistema financiero del país pueda funcionar con normalidad.
En cualquier caso, desde la Unión de Europeístas y Federalistas de España queremos llamar la atención sobre el hecho de que las circunstancias actuales son consecuencia directa de no haberse completado la unión bancaria y económica en la Eurozona.
La necesidad de completar la UEM de una forma federal no sólo es la vía más eficaz de mitigar los desequilibrios macroeconómicos y dar con una solución de fondo a los problemas de la eurozona; es también la única forma de profundizar en la democracia europea y de recuperar la confianza de los ciudadanos en la política como herramienta para gobernar la economía. La profundización en la UEM discurre paralela a la mejora del funcionamiento democrático de las instituciones de la Unión, que para lograr un funcionamiento más eficiente y democrático deberían dirigirse hacia la unión fiscal, la emisión de eurobonos y, en definitiva, que todos estos instrumentos sirvan como antesala de una unión política federal plena.
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